VOLUNTURISMO: turismo que incluye un voluntariado humano, que ayuda y coopera con la comunidad local, en donde se realizan tanto actividades que respetan la cultura como de recreación, divertidas y emocionantes.
¿Suena bien? Sí, viajar, conocer, ayudar y divertirse. Me apunto a un turismo distinto donde se aúnen la idea de viajar por el mundo y aportar un grano de arena.
Pero dándole una vuelta veo que algo no me cuadra, turismo + voluntariado humanitario =
¿postureo en las redes sociales?
El volunturismo normalmente lo realizan los jóvenes con pocos medios económicos que quieren intentar algo distinto, viajar con un propósito humanitario. Que nada tiene que ver con la idea real del voluntariado, que sí implica remangarse, trabajar y ayudar, ya sea en un hospital en Senegal, en un orfanato en Nepal o cavando pozos en Haití. A día de hoy las agencias especializadas nos venden la experiencia de ser voluntario como algo chic, con el hanstag adecuado para nuestros seguidores de facebook o instagram. Un negocio.
El voluntarismo mueve millones de euros
El volunturismo perpetua las relaciones antagónicas entre ricos y pobres, benefactores y beneficiarios. El volunturista regala su tiempo a la buena causa de los pobres del mundo, se hace las fotos de rigor, y vuelve a su vida habitual de Iphones y deportivas de marca, sin experimientar ningún cambio vital. El volunturismo se centra más en sentirse bien que en hacer el bien.
Sin embargo desde Diario Humanitario queremos romper una lanza a favor de esos VOLUNTARIOS reales que dedican su tiempo, y en ocasiones dinero, para ir al Tercer Mundo y comprometerse con una causa, dejando de lado la cámara de fotos. Quizás la primera toma de contacto fue un fugaz volunturismo, pero la mayor parte de los voluntarios tienen la buena intención de ayudar, sin olvidar que el ser altruista también nos hace egoístas por el "sentirnos bien", pero no significa que el voluntariado sea malo ya que se establecen relaciones de amistad, colaboración e intercambios doblemente valiosos si se saben aprovechar.
Os recomendamos la lectura de este artículo de National Geographic de Ken Budd, que habla muy claro sobre los pros y los contras del voluntariado/volunturismo: