El post de hoy nos muestra el testimonio estremecedor de Grégoire Ahongbonon, fundador de la Asociación Saint Camille de Lellis en Costa de Marfil, y que da comienzo al documental de Carles Caparrós Obiols sobre las personas con enfermedad mental en África.
Es la ignorancia, la ignorancia humana. En África, los enfermos mentales están considerados como basura, como demonios, brujos
Es el principio de un documental, ‘Los olvidados de los olvidados’, que está cosechando numerosos y prestigiosos galardones y que habla de la enfermedad mental y, en concreto, de las personas con enfermedad mental de África. Caparrós, acaba de ganar el 32º Gran Premio Internacional URTI de Documental de Autor que concede la Unión Internacional de Radio y Televisión.
En él se retrata la situación en la que viven muchas personas con enfermedad mental enÁfrica y justo es lo que ha conquistado el leiv motiv de este galardón, que favorece la expresión de valores humanistas como la tolerancia, el respeto, la paz, la amistad y el entendimiento entre los pueblos.
Como curiosidad, decir que la URTI organiza todos los años estos premios con el apoyo de la Unesco y de otros organismos internacionales del sector audiovisual con la intención de reconocer el valor de aquellos documentales de autor. Lo que prima en este concurso internacional es la calidad técnica y editorial del documental, pero también la originalidad del tema y del punto de vista expresado.
La producción que nos ocupa, ‘Los olvidados de los olvidados’, muestra la situación de olvido que sufren tantas y tantas personas con enfermedad mental en un continente como África y el autor lo hace a partir de la historia de Grégoire Ahongbonon, un reparador de neumáticos que decidió dedicarse por completo a rescatar, curar y reinsertar a los olvidados de los olvidados, a los enfermos mentales del continente.
El jurado, presidido por el compositor senegalés Youssou N’Dour, ha concedido el premio a este trabajo en tanto en cuanto el tema no sólo es ya original, la enfermedad mental en el continente africano, sino necesario y con un exquisito punto de vista y ejecución audiovisual. En serio, no dejéis de verlo, no dejéis de compartirlo. El mundo tiene que normalizar la enfermedad mental y abrazar a las personas que viven con ella.
Aquí os lo dejamos, para espantar la dichosa ignorancia, una historia sin desperdicio que alumbrará más de una conciencia. No te lo pierdas: