La crisis económica que afecta a Europa, con sus consecuentes tasas de paro y las grandes dificultades que conlleva, no ha sido suficiente para acabar con la solidaridad de los ciudadanos de la Unión Europea (UE).
Así lo muestra una encuesta del barómetro europeo sobre desarrollo, la cual señala que el 85% de la población de la UE piensa que la situación económica no es motivo para dejar de ayudar a los países en vías de desarrollo. Por tanto, una gran mayoría ha expresado que cree firmemente que hay que continuar apoyando a los que más lo necesitan.
Fue la Comisión Europea la encargada de desvelar estos resultados, que recogen también que el 61% de los encuestados está a favor de aumentar la ayuda necesaria para que los habitantes de estos países puedan salir de la pobreza. Del mismo modo, más de la mitad de los encuestados, concretamente un 55%, opina que los países emergentes cuyo crecimiento se produce de manera acelerada deberían dejar de recibir apoyo.
De hecho, la mayor parte cree conveniente centrar los esfuerzos en aquellos países que, desgraciadamente, hayan sufrido catástrofes naturales. Del mismo modo, encontramos datos que revelan que los europeos ven en las empresas privadas una acción positiva en países en desarrollo a la hora, especialmente, de crear empleo, aunque añaden que confían en que las compañías extranjeras no se salten unas normas éticas y morales a la hora de invertir el dinero.
Un resultado curioso es que el 53% tiene claro que el principal problema que obstaculiza que los países pobres se desarrollen es la corrupción, mientras que tan sólo el 44% afirma que gastaría una mayor cantidad de dinero de su bolsillo en productos que favorezcan el desarrollo.
Ante la encuesta, el comisario de Desarrollo de la UE, Andris Piebalgs, no ha querido permanecer en silencio y ha expresado su alegría:
"Me llena de satisfacción saber que para la mayoría de los europeos la solidaridad sigue siendo un valor muy arraigado, aunque su propia situación económica pueda ser difícil"
Si algo ha quedado claro, es que el espíritu de ayuda sigue vivo entre la población europea y no ha desaparecido, hecho que la Comisión asegura tendrá en cuenta a la hora de realizar los nuevos presupuestos, al mismo tiempo que luchará para garantizar que sus acciones sean más visibles.
Fuente: SOSEMERGENCIAS