1. La lucha contra la pobreza ya no es principalmente cuestión de ayudar a las personas pobres en los países pobres
El 72% de los pobres del mundo vive en países de ingreso medio, principalmente en países estables y no frágiles. Dos tercios de la población pobre está concentrada en tan solo cinco países: China, India, Pakistán, Nigeria e Indonesia.
2. Incluso si nos deshacemos de la pobreza de un dólar por día, todavía habrá un montón de gente muy pobre.
Si el ingreso en la India se distribuyera de manera perfectamente equitativa, la media por persona sería de 4,10 dólares al día, en comparación con 110 dólares/día en el Reino Unido o 137 en los EE.UU. (y eso ajustado a la capacidad adquisitiva de cada país). Nos hemos encajonado a nosotros mismos en una valoración estúpidamente baja de la pobreza.
3. Las nuevas corrientes de financiación no van a llegar a la mayoría de los 500 millones de personas que viven hoy en situación de pobreza crónica.
Las remesas, la inversión privada directa, la inversión de cartera, los préstamos no concesionales y los ingresos del petróleo son grandes, pero no es probable que sus beneficios permeen a los de abajo.
4. Las agencias de ayuda perderán a sus intermediarios. No es cuestión de si ocurrirá, sino de cuándo. Será abrupto.
Al leer las encuestas veo que la preocupación por la pobreza es cada vez mayor, pero también que la fe en la ayuda está cayendo. Pocas de las organizaciones basadas en legados sobrevivirán. Otras nuevas brotarán: serán plataformas para la participación de los ciudadanos. Una característica de muchas organizaciones de ayuda es que admiran a sus beneficiarios y desprecian a sus donantes. Dudo que estas organizaciones sobrevivan.
5. La ayuda puede prestar servicios, pero lo probable es que no impulsé el cambio social y político.
Podemos apoyarnos en la ayuda para prestar servicios a los pobres y para aumentar los ingresos de las personas muy pobres. Pero utilizar la ayuda para impulsar el cambio social y político es una meta mucho más ambiciosa. No sabemos si puede hacer esto y es posible que en realidad resulte perjudicial. Ya es difícil para cualquier organización tratar de hacer las dos cosas (Martin Kirk, Exfam). La desintermediación de las agencias de ayuda lo hará más difícil.
6. Muchas de las decisiones que mantienen a las personas en la pobreza son globales
Tienen que ver con el cambio climático, los flujos financieros ilícitos, las políticas comerciales, las políticas de seguridad, la venta de armas, las políticas migratorias, la corrupción o la destrucción de los recursos medioambientales a nivel mundial.
7. Muchas de las cosas más eficaces que podemos hacer contra la pobreza no tienen nada que ver con la ayuda.
La ayuda hace un buen trabajo aliviando los síntomas de la falta de desarrollo, pero no puede hacer el mismo buen trabajo con respecto a sus causas. Los donantes se comprometen de forma repetida con la "coherencia de políticas", pero nuestro Índice de Compromiso con el Desarrollo muestra que se han hecho pocos progresos en los últimos diez años.
8. La tensión no es entre los intereses de los países ricos y los de los países pobres, sino entre los intereses de las élites de poder y los del resto de nosotros.
Muchas de estos asuntos son de beneficio mutuo, no de suma cero. La reforma de la Política Agraria Común, la que limita las emisiones de gases de efecto invernadero, la apertura de nuestras fronteras a las importaciones de países en desarrollo, detener la venta de armas a gobiernos no democráticos, el intercambio de conocimientos, la reforma de las normas de propiedad intelectual, la que permite una mayor immigración procedente de los países pobres: todo esto nos beneficiaría, además de ayudar a las personas en el mundo en desarrollo.
9. El déficit de gobernabilidad global es cada vez más agudo.
Yo estaba en Varsovia durante la Cumbre del Cambio Climático. Aterrador. Lo mismo ocurre con la Organización Mundial del Comercio. BEPS [sobre elusión fiscal], ídem. Igual que con las negociaciones de los Parteniariados de Asociación Económica de la UE.
10. Estamos en el lado correcto de la historia. Somos muchos.
Las cosas están cambiando para mejor. Mejora la tecnología de las comunicaciones, la democratización de los medios de comunicación, la ciencia biológica, las tecnologías limpias. Como dice Paul Mason, todo se pone en marcha. Si estuviésemos tratando de persuadir a la gente para hacer sacrificios por los pobres del mundo, sería pesimista. Pero no estamos haciendo eso: estamos luchando en interés de todos nosotros. Las elites se resistirán al cambio, por supuesto. Pero somos muchos.
Fuente: http://sosemergencias.com/
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