martes, 28 de junio de 2016

Hambre y cambio climático




Los efectos del cambio climático se notan en todos los lugares de la Tierra: ríos, océanos, el aire que respiramos... por lo que alcanzan a todos los seres vivos del planeta. Por desgracia, existe una relación íntima y directa entre cambio climático y aumento del riesgo de hambre en muchos países vulnerables a la inseguridad alimentaria. Por un lado, por la destrucción de cultivos y fuentes de alimentos; por otro, la pobreza extrema que ocasionan. 

Una novedosa herramienta que ayuda a entender estos peligros es el Índice de Vulnerabilidad a la Inseguridad Alimentaria y el Cambio Climático, producido por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Centro Hadley de Met Office (servicio nacional de meteorología del Reino Unido).


El índice trata de evaluar cómo puede afectar el clima al sistema de seguridad alimentaria de un país, tomando datos actuales y cruzándolos con proyecciones relacionadas con el cambio climático y las previsiones socioeconómicas. Así, trata de calcular el nivel de exposición, la sensibilidad y la capacidad de adaptación del sistema alimentario de cada país ante las amenazas relacionadas con el clima.

Los resultados han demostrado que una respuesta tardía en la reducción de emisiones de gases invernadero provocará que para 2050 haya millones de personas expuestas al riesgo de hambre, especialmente en el África subsahariana. 

Este vídeo explica cómo funciona el Índice de Vulnerabilidad a la Inseguridad Alimentaria y el Cambio Climático.