jueves, 13 de junio de 2013

"Cambiemos la letra" para LUCHAR contra el trabajo infantil




En conmemoración del el Día Mundial contra el Trabajo Infantil en el día de ayer, queremos hacer visible una problemática que afecta a 215 millones de niños en todo el mundo.

Según Naciones Unidas, el derecho a una infancia digna se ve mermado en uno de cada seis niños de entre 5 y 14 años, quienes dedican sus primeros años de vida a desempeñar, en muchas ocasiones, duros trabajos que afectan a su desarrollo personal, por no hablar de quienes están sometidos a situaciones de prostitución o son víctimas de la pornografía.

Y es que el trabajo infantil roba a los niños su infancia y sus posibilidades de desarrollo porque los niños trabajadores, privados de educación y salud, tienen escasas perspectivas de futuro en su vida adulta. Además reciben los salarios más bajos y tienen las peores condiciones laborales, lo que puede causarles lesiones físicas permanentes y problemas de salud crónicos.

Ante esta situación, Unicef ha lanzado la campaña ‘Cambiemos la letra’ que tiene como objetivo concienciar sobre el trabajo infantil y conseguir fondos con los que proteger los derechos de los más pequeños. Si te dijeran que cambiando la letra de una canción puedes cambiar la vida de 215 millones de niños en todo el mundo, ¿lo harías?




Entrando en la página web de esta iniciativa, cualquier persona puede escuchar una canción infantil que narra las dificultades de los niños y cambiarla, aportando la letra que realmente ellos se merecen; es decir, que contenga tintes infantiles y no adultos.

De esta forma, se podrá luchar individualmente contra una problemática que daña el desarrollo físico y mental de los menores, les priva de la posibilidad de ir al colegio, los separa de sus familias y los expone a graves peligros y enfermedades.


Un ejemplo: Tokio, un niño boliviano de 11 años que trabaja en una mina.
Miedo y desesperación es lo que siente este pequeño cada día cuando se tiene que adentrar en la mina. Pero, a pesar de ello, tiene que continuar trabajando porque una parte muy importante de los ingresos de su familia dependen de él.

Si algún día tiene un hijo, Tokio lo tiene claro y no querría que trabajase en una mina. Unicef ha conseguido eliminar hasta el 95% del trabajo infantil de San Juan de Bolivia, donde vive este menor, pero el verdadero objetivo es conseguir que los pequeños de la casa no desarrollen estos trabajos en ninguna parte del mundo para poder sustituir las minas, las granjas o las fábricas por patios de colegios.



Juntos podemos conseguirlo. No permitamos que se niege a estos niños trabajadores su derecho a disfrutar de la infancia. Tú, con tan sólo un ‘click’ puedes ayudarlos así que, no lo dudes y participa por el derecho a una infancia digna.

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